En medio de la oscuridad
sin nadie que nos pueda observar
solo la noche como nuestro testigo,
nos encontramos en medio de la nada
y a la vez rodeados de todo.
Solo tu y yo,
demostrándonos
que se puede querer, hacer, desear y tener,
lo prohibido, lo querido
lo inexplicable he inimaginable.
Nos encontramos los dos
deseándonos, queriéndonos,
y amándonos en silencio
para que el otro no sepa nuestros
verdaderos sentimientos.
Hoy me encuentro aquí
recordando aquellos momentos,
deseando que mi conciencia no los olvide;
y que mi memoria
los mantenga presente a cada instante.
Aradia.
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